Colección: IM.PERFECTA

No es nada nuevo que la sociedad en la que vivimos se empeñe en enviarnos imágenes de perfección, sobre todo a las mujeres. Una figura perfecta, un cutis perfecto, un pelo perfecto, una imagen perfecta. Parece que la belleza sólo existe si cumples con ciertos estándares establecidos y que todas las que nos quedamos fuera (que somos muchas) no importamos y debemos esforzarnos al máximo para llegar a alcanzarlos.

Pues no, nos plantamos. No queremos ser perfectas, no lo necesitamos. Queremos ser IMPERFECTAS y distintas, no cortadas todas por el mismo patrón. Porque cada cuerpo es único, con sus preciosas imperfecciones como lunares, cicatrices o estrías. 

Partimos del símbolo por excelencia de la perfección, el círculo, al que sometemos a deformaciones, quiebros, marcas y rayas, para crear una pieza a través de la que podamos reivindicar que la IMPERFECCIÓN también es bella. Aunque todas parten de la misma figura, mediante el proceso de trabajo cada una acaba siendo distinta de la anterior, tal y como cada mujer, cada ser humano, es distinta del resto.